lunes, 29 de abril de 2013

Epilogo

El tiempo pasó igual que una hoja viajando en el aire. Rápida y liviana, sin sentirse el paso del mismo. O solamente para algunos.
El tiempo parecía una escena en cámara lenta. Una hora parecía un milenio para las dos almas que al permanecer separadas, sufrían un dolor silencioso. Ese resplandor se estaba desvaneciendo, el tono rosado comenzaba a extinguirse casi por completo al igual que su sonrisa.

—Tenemos que terminar antes de que salga el sol— una voz aguda y suave rompió el silencio.
—Lo sé Camila, te prometo que no tardaremos— sonrió a la pequeña
Camila: Quizás deberíamos decirle a (Tu nombre) que es hora de marcharnos.

Esos ojos azules se plantaron en ella. 

—Espera un poco más pequeña. Esta es su parte favorita del día.
Camila: Uzziel. ¿cuanto más estará así?
Uzziel: no lo sé, pequeña. Esperemos que no sea mucho tiempo.

Ambos miraron a la chica sentada al borde, mirando a la ciudad. El cielo comenzaba a perder su obscuridad y un hermoso matiz de anaranjado, magenta y rosa comenzaban a adueñarse y vislumbrar el azul del cielo. 
Un ligero toque en su hombro la hizo voltear.

Uzziel: es tiempo de irnos 
Tu: está bien.

Ella estaba por levantarse, pero en cuanto estuvo de pie siguió la mirada de él.

Uzziel: es un espectáculo hermoso
Tu: lo es
Uzziel: ¿sabes? siempre, desde que te conozco, quise que sintieras algo por mi
Tu: y lo hago, te quiero
Uzziel: no de la forma en que hubiera querido. No como lo haces con él —sonrió triste— vamos.

El vuelo de los tres ángeles los llevó a casa. 
Había sido igual desde entonces. Su misión era velar por los humanos. Cuidar de ellos en su sueño. Gracias al poder divino ellos podían visitar cerca de 15 ciudades distintas en una sola noche. Ella estaba cansada, pero no por su tarea. Su corazón estaba cansado de tanto desvelar y pedir por que pudiera estar junto al de él.
Sus ojos se veían debilitados y a veces muy hinchados por el llanto.

Así había sido su vida desde hacía un año más seis meses. Velando por los humanos. Pero especialmente por uno. No podía dejarlo. "Todavía no". Eran sus palabras cada noche que iba dispuesta a dar el último adiós. Aun no podía alejar su corazón de él.

Del otro lado del cristal. Él había intentado atender aquella nota que encontró en su cama una noche.

"Un corazón que late, es un corazón que vive.
Es un corazón que ama y que no debe sufrir la ausencia de uno que no vive.
Siempre seré tuya aun cuando no lo esté. seré tu ángel guardián. Si tu ríes
mi alma se regocijará contigo."


Él había intentado ser feliz. Conoció a una chica. El cabello color chocolate, los ojos igual que dos enormes gotas azules y una sonrisa cálida. 
Ella al ver que él comenzaba de nuevo sonrió, aunque triste. La idea de no tenerlo a su lado, la hacía sentir una profunda tristeza. Pero ahora él parecía feliz.
Aquella chica era cálida como el otoño. Pero aun así, el corazón de Tom parecía seguir congelado. Más de tres ocasiones habian sido ideales para un beso. Pero él siempre se detenía.

Dos corazones rotos. Lamentando ser separados.


  
****


— Todo sacrificio tiene su recompensa. Los más nobles, son los mejor recompensados.

Había dicho el arcángel haciendo retumbar su voz en los muros completamente blancos. Sus labios se curvaron y las lagrimas llenaron sus ojos.


****


El día era perfecto. El sol en un punto en el cual, el calor no dañaba la piel. El viento daba los indicios de la entrada del otoño, todo bañado en ese hermoso dorado, mientras las hojas danzaban con el viento cayendo sobre los visitantes del parque.

Risas, carcajadas y buen humor. Todo envolvía cualquier pena dejandola en un rincón del cual no se le permitía salir y por un momento así fue.
Esos ojos azules lo miraban nerviosos y los labios dejaron fluir las palabras.

—comprendo — le dijo él
—Gracias— sus labios alcanzaron sus mejillas.

Su mirada se alejó de ella al igual que la chica lo hacía de ese lugar. Tom miró al cielo pero una sombra lo desconcertó, una esfera golpeo su frente. Miró el objeto, una pequeña pelota de goma.
La tomó y se levantó, giraba sobre sus talones para encontrar al dueño. Una mano se agitaba dejando ver todo el largo del brazo. Con señas indicaba que era de aquella persona. El cabello completamente negro, lacio y corto hasta el hombro, un flequillo por encima  de las cejas. debajo unos ojos ambarinos derrochaban alegría, unos labios rosados curvos en una sonrisa.

—Disculpa — dijo ella — la lanzó mi hermanita, ya sabes como es. Tienes que estar alerta

Una risa agitada y feliz se presentó a través de su garganta. Ese sonido lo hizo acelerar el pulso.

Tom: tranquila, ¿es ella? —levantó la barbilla en dirección a la niña de tres años y ocho meses que estaba cerca.
—si, es ella.
Tom: es muy linda ¿como se llama´?
—Cristal
Tom: ¿acaso, nos conocemos?

La chica le dio un vistazo examinandolo.

Tom: soy Thomas — él la miró bien — tu eres... eres (Tu nombre)
—sí, así me llamo — sonrió hasta que la sonrisa llegó a sus ojos y estos se cerraron — pero no te recuerdo
Tom: (Tu nombre) Janssen... soy yo. Thomas

Ella dio un paso hacia atrás

—No conozco a ningún Thomas. Lo siento
Tom: descuida, y disculpa.

Él comenzó a caminar de vuelta en pasos lentos. 

—Solo... — él se detuvo —conozco a un chico llamado Tom, odia que le digan Thomas. es tierno, entusiasta. siempre sonríe, es coqueto y uhm, bueno un poco egocéntrico. Pero nunca está triste.

Él dio vuelta sobre sus talones y la miró. La abrazó tan fuerte como pudo y la beso desesperadamente.

Tom: te amo, creí que nunca volvería a verte
Tu: siempre estuve contigo. Te amo Tom
Tom: ¿me presentarás con tu padres? — sonrió
Tu: si
Tom: entonces, vamos.
Tu: ellos pueden esperar

Cruzó los brazos al rededor de su cuello y él la tomó de la cintura. Sus labios se unieron y se fundieron en ese beso.



Tom: (Tu nombre) quiero pedirte algo, pero quizás es apresurado — lo miró — cásate conmigo
Tu: si es apresurado... pero aun tenemos mucho tiempo para eso

Unieron nuevamente sus labios esta vez con una sonrisa en el rostro. 
Un ángel se enamoró, de quien menos lo pensaba. Renunció a esa persona por proteger lo que amaba. Se fue pero su corazón se había quedado junto al que más adoraba. Nunca lo dejaría solo, porque nunca debe dudarse del amor. Un amor. Del amor de un ángel.

Y abandonaría por siempre tocarte 
Porque sé que me sientes de algún modo 
Tu estás mas cerca del cielo de lo que yo jamás estaré 
Y no quiero irme a casa justo ahora 

Y todo lo que puedo saborear en este momento 
Y todo lo que puedo respirar es tu vida 
Porque más tarde o más temprano se terminará 
Simplemente no quiero extrañarte esta noche 

Y no quiero que el mundo me vea 
Porque no creo que ellos entiendan 
Cuando todo está hecho para ser roto 
Yo sólo quiero que tu sepas quién soy




He aquí el fin de una historia, simplemente quiero hacerles saber que fue un placer escribir para ustedes esta historia, espero les haya gustado, les robara sonrisas, enojos y alguno que otro nudo en la garganta. Realmente significa mucho para mi que me acompañaran en esta pequeña novela. Solo me queda decir  


Por todo su apoyo incondicional.  Y bueno Hasta pronto!

6 comentarios:

  1. OMG eso fue hermoso llore un poco T_T me encatoooooooo
    que lastinama que es el final bueno cuidate muchisisimoooooo
    encuetra el amor verdadero chao chao y abrazos

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  2. Me hiciste llorar pero fue hermoso me encanto espero tus proximas historias y muchas gracias por leer las mias un beso

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  3. wooooooooooooooooooooowwwwwwwwwww!!!!!!!!!!!
    Dios!!! me encanto de verdad que hermosa historia
    muy linda en serio
    no se que mas decir
    solo que me fascino
    cuidate mucho bye

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  4. WWWOOOOUUU ME SACASTE LAGRIMAS hay no por que termina odio que terminen cuando son tan buenas las historias pero hay estupenda historia me encanto realmente muy linda :')

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. M ENCANTO alessa muxas felizidadez lastimaQ tnia Qvr 1fin pr m fazino ygrax x aCrm part d zto es ermozo at karoLkaulitzCapuleto

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