Capitulo 40 Un sacrificio más

Volvió a recostarme en la cama mientras seguía lo iniciado, gritaba su nombre cuando no era interrumpida por sus besos. Comenzaba a agotarme, después de un largo tiempo mi cuerpo comenzaba a resentir el cansancio, en un momento una descarga aun más fuerte recorrió mi cuerpo, sentí una calidez distinta recorrer mi interior y una felicidad inmensa, habíamos llegado a la cima y nuestras esencias se había vuelto una sola, un tirón de mi cintura y caí sobre su pecho, rodeada por sus brazos y cubiertos con mis alas, Tom acariciaba mi espalda mientras yo lo miraba y sonreía feliz.

Tom: te amo, eres lo más maravilloso que pude encontrar
Tu: yo también te amo Tom, te amo y haría cualquier cosa para protegerte

Mis ojos comenzaron a cerrarse, sentí la calidez de sus labios sobre los míos y una sabana sobre nuestros cuerpos exhaustos, esa noche dormiría en sus brazos, ahora le pertenecía y él a mi...


Capitulo 40


Los rayos del sol comenzaban a  volverse molestos, abrí los ojos y una luz blanca cegó mi vista, pestañee varias veces hasta que todo comenzó a aclararse, sentí los brazos de Tom en mi cintura pero una de sus manos pronto se posó en mis senos, solo sonreí y me giré para quedar frente a él, fue entonces que su mano que había quedado en mi espalda bajó hasta mi trasero.

Tu: eres un pequeño tramposo

Abrió un ojo y después de mirarme echó una sonrisa, hizo presión en mi espalda con su mano y me atrajo a él pegándome a su cuerpo, podía sentir su piel desnuda rosar con la mía.

Tom: buenos días amor, ¿dormiste bien?
Tu: ¿dormir?, jaja, amor no me dejaste dormir (le sonreí inocente)
Tom: bueno, pero no puedes quejarte (sonrió)
Tu: no lo haría nunca

Puse mi pulgar en su mejilla y comencé a dar unas suaves caricias, lo miré, en el reflejo de sus ojos podía ver mi propia felicidad, mi rostro y esa sonrisa que emergía cuando recordaba cada toque y caricia, olvidando en ese momento cualquier tristeza y pesar.

Tu: ¿que haremos hoy?, no podemos quedarnos todo el día en la cama
Tom: podemos pero... ¿a donde quiere ir mi hermosa reina?
Tu: ¿que tal al parque?, sería bueno sentir el aire y escuchar el susurro de los árboles esperando la primavera
Tom: suena bien, pero antes necesitamos desayunar
Tu: si la verdad es que tengo ham... espera, esa mirada es de...¡Tom!

Reí nerviosa mientras él me besaba frenético y sonreía en mis labios, tomaba mis caderas mientras ponía su cuerpo sobre el mío pero sin dejar todo su peso en mi, sentía el rose de su masculinidad con mi piel, ambas manos quedaron sobre mis pechos mientras que él mantenía una sonrisa juguetona. Sin más sentí a su amigo más rígido rosando con mi feminidad, tan solo me miró y sonrió, la presión de sus manos en mis caderas me dio la señal, sentí a Tom entrar en mi y mis uñas se clavaron en su espalda, él sonrió y mordió un poco mi labio, sentí su cuerpo deslizarse de abajo hacia arriba constantes veces sobre el mío, mis jadeantes gemidos lo excitaban más mientras que repetía su nombre y él se concentraba en darme toda esa satisfacción .

Era algo rápido pero aun en un corto tiempo Tom era constante y placentero, sabía perfectamente lo que hacía y cuando la puerta se escuchó abrirse, apresuró el ritmo haciendo explotar el placer en nuestros cuerpos.

Reímos cuando Tom quedó en mi pecho, pero nuestra expresión cambió cuando la puerta de mi habitación se abrió, me cubrí rápidamente con mis alas y el grito de Amy me hizo dar un pequeño brinco en la cama, Tom comenzó a reír como un loco y eso le dio indicio a Amy de lo que había pasado ahí, yo solamente me puse roja como un tomate, ella salió de ahí igualmente colorada.

Tu: no es gracioso Tom
Tom: lo siento amor
Tu: está bien, me voy a bañar y salimos

Me levanté de la cama, mis alas cubrían hasta mitad de mis muslos, entré al baño mientras escuchaba a Tom salir. Una vez que estuve lista salí de la habitación. Al llegar a la sala me miraban como un bicho raro y eso me hizo sentir más avergonzada.

Tu: ¡Amy!, le dijiste a Bill?
Amy: yo em... ssiii (alargó la palabra un poco apenada)
Bill: tranquila cuñada
Tu: siempre se debe tocar antes de entrar (la miré seria)

Tom entró a la sala, y de inmediato me abrazó por detrás rodeando mi cintura con sus manos.

Tom: nos vamos amor?
Tu: si claro

Salimos de la casa. Ese día olvidé por completo todo, solo eramos Tom y yo, juntos en ese parque, una feliz pareja, donde nadie más importaba. El sol estaba cayendo y al llegar la noche yo sabía que significaría el despertar cuando la luz del día anunciara una nueva mañana. Me despedí con un simple beso de buenas noches, entré a mi habitación y me tiré en la cama, el llanto silencioso se hizo presente en mis ojos y mojó mis mejillas, extendí mis alas y las miré por 30 minutos, pensaba la forma en que debía hacerlo y encontré una solución pronta, sabía lo que provocaría pero era la única forma en que lo haría funcionar y sin embargo dudaba que pudiera hacerlo.




Escuchaba los gritos furiosos, sus ojos encendidos completamente por la rabia, sus manos presionaban su pecho dando empujones con una fuerza que estaba provocada por su enojo.


—¿como pudiste?—

Tu: Tom... 

Tom: ¿porque?!! ¡¡¿DIME PORQUE?!!

Uzziel: ella no te debe explicaciones, idiota!

Tom: no te metas, te mataré yo mismo

Se abalanzó sobre Uzziel queriendo golpearlo, me puse en medio y se lo impedí 

Tu: ya basta!, será mejor que nos vallamos Uzziel 

Tom: ¿lo defiendes?... (dijo con la voz quebrada) ¿porque haces esto?... esta no puedes ser tu, simplemente no lo creo, después de lo que pasamos juntos, ¡Después de que te dijiste mía!

Tu: quizás después de todo, al compartir la experiencia humana, también puedo engañar, herir, mentir a mi antojo (esbocé una sonrisa que pasó a una risa burlona), no seas tonto Tom...

Tom: no puedes hacerlo, princesa sé que no es lo que en realidad dices

Tu:  no te humilles más Tom (mi voz tenía un tono cruel pero mi alma se partía en mil pedazos) ¿de verdad quieres saber porque lo hice?

Él me miró confundido 

Tu: tu me lastimaste antes, entiéndelo ¡YO— NO—TE—A—MO!

Lo miré con crueldad mientras que mi corazón se hacía trizas en mi pecho, esperaba que él no pudiera escuchar caer esos pedazos de cristal rotos.

Tom: no es verdad!!

Tu: lo es

Nubia: (Tu nombre) ¿como puedes decir eso?

Tu: no es tu asunto Nubia, no te involucres 

Ella me miró decepcionada, Uzziel tomó mi mano y después mi mentón, depositó un beso en mi boca y me atrajo hacia él. No podía mirar Nubia a los ojos o me descubriría...

Yo debía renunciar a Tom para que ellas pudieran ser felices, un sacrificio más, era lo correcto...

Hola chicas, bueno congelaré las fics un tiempo, no se cuanto espero no mucho, pero no se preocupen, ya se viene el final de esta, serán cuatro capitulos más. bueno se cuidan Angels, besos